La inflación estadounidense se modera al 2.7% y aleja el riesgo de una presión alcista sostenida

Si bien no disponemos de una comparación intermensual del IPC, las cifras interanuales se situaron muy por debajo de las expectativas de los economistas, situándose en un 2.7%, lo que contribuye a disipar la preocupación de que la inflación estuviera adquiriendo una presión alcista sostenida. De hecho, antes del dato de hoy, el IPC interanual había aumentado en cuatro de los cinco meses anteriores, desde que alcanzó el 2.3% en mayo. Si bien el dato de noviembre es ciertamente optimista, ofrece esperanzas de una narrativa de inflación diferente a la que hemos visto en los últimos seis meses. Necesitaremos ver más datos de inflación que confirmen este cambio de narrativa.

Para los inversores, la reacción inmediata es de alivio. Las autoridades de la Reserva Federal se han mostrado más divididas sobre cómo debería el comité abordar la política monetaria, ya que el doble mandato de la Fed —establecer precios (inflación) y maximizar el empleo (mercado laboral)— se ha estado moviendo en la dirección equivocada. Con esta tensión en las prioridades económicas de la Fed, se han suscitado dudas sobre cómo el grupo gestionará este contexto en 2026, especialmente con un nuevo presidente al mando.

En resumen: A medida que el mercado laboral continúa enfriándose, la inflación persistente podría haber impedido a la Fed ser más agresiva con su política monetaria. Sin embargo, ahora el grupo ha reducido sus esfuerzos de ajuste cuantitativo, mientras se inclina hacia una postura más moderada para 2026. Aunque esta es solo una lectura de inflación —y, ciertamente, no es el indicador de inflación preferido de la Fed—, la disminución de las preocupaciones inflacionarias podría abrir la puerta a una Fed más expansiva de cara al futuro. Esto ha impulsado el repunte de los mercados esta mañana y, una vez superado el vencimiento de las opciones de diciembre el viernes, podría ayudar a allanar el camino para un repunte de fin de año.