Inicio de mes con alta tensión

Como pocas veces ha pasado en los últimos años, el mes de mayo que finaliza estuvo signado por las amenazas, y también por las acciones, en materia de conflictos comerciales entre distintas naciones.

Ya desde el primer fin de semana del mes quedó claro que no sería un período fácil: el presidente Trump anunció vía Twitter que si para el viernes siguiente no había un acuerdo comercial, implementaría nuevos aranceles a las importaciones chinas, y ampliaría los ya existentes.

Era obvio que no habría tiempo para acordar nada en cuatro días hábiles, y allí aparecieron los nuevos aranceles, a los cuales China respondió con una medida similar, que se pone en marcha este sábado 1 de junio.

Al tiempo, Trump suspendió, en forma unilateral, los aranceles que pensaba imponer a las importaciones de vehículos desde Europa hasta octubre, algo que los mercados tomaron con relativa calma.

Ya terminando esta semana, el presidente de Estados Unidos atacó con aranceles a México, por cuestiones que nada tienen que ver con el comercio, y sí con una supuesta inmigración ilegal de personas provenientes de distintos países centroamericanos a su país, contra lo cual, según afirma Trump, el gobierno mexicano no ha tomado acción alguna.

De este modo, todo el mes estuvo bajo este signo, con resultados que, al menos en cuanto a los índices bursátiles, son desalentadores por demás.

El índice Dow Jones finaliza el mes en mínimos de enero, con un agregado: técnicamente, se forma una figura de cambio de tendencia, con una amplitud que supera los 1500 puntos, lo cual, si se cumple el objetivo por entero, podría arrastrar al selectivo por debajo de los 24.000 puntos, poniendo en riesgo una tendencia alcista de largo plazo.

Una caída similar presentan el resto de los índices de Nueva York, y también los europeos. En cuanto al Nikkei 225 de Tokio, la última sesión del mes fue para el olvido, con una baja de proporciones.

¿Qué se puede entonces esperar para el mes próximo? En principio, no muchos cambios. La reunión del G20, que tendrá lugar en Osaka, Japón, y en la cual los principales líderes globales  podrían reunirse para al menos limar asprezas, recién se llevará a cabo el día 28, dejando todo el mes para que se sigan multiplicando estas acciones.

En un contexto tan enrarecido, a la caída de la bola de Nueva York se suma el avance del yen y del oro, verdaderos termómetros de la tensión de los mercados.

El yen termina la semana en máximos de 4 meses, y el oro está rozando los 1300 dólares, vulnerando de esta forma su tendencia bajista de corto plazo en que había ingresado a inicio de mes.

Puede que estos conflictos queden momentáneamente de lado la semana próxima. El jueves, el Banco Central Europeo dará a conocer su anuncio de política monetaria, con un tono presumiblemente pesimista, que podría llevar al euro a mínimos anuales, debajo de los actuales de 1.1105.

El viernes, en tanto, la publicación del dato de  empleos de mayo pondrá a prueba al dólar, que es el claro ganador del mes, en especial ante las divisas de riesgo.

Entre ellas, la libra Esterlina es la que inicia el mes con perspectiva más bajista: el Brexit se acerca, y queda en manos no confiables si de buscar una solución de trata. El reemplazante de Theresa May, que probablemente será Boris Johnson, intentará termina la contienda lo antes posible. Por ello, la libra, más que recuperarse, tiene espacio como para descender mucho más.