Banco de Inglaterra: Sin cambios y a esperar el Brexit

El Banco de Inglaterra dará a conocer este jueves, a las 7:00 del este, su último anuncio de política monetaria de 2019. La tasa de interés de referencia quedará en el 0.75%, tal como viene sucediendo desde agosto de 2018, luego de un alza de 0.25%, en previsión a una mayor inflación que, por entonces, constituía una preocupación en Reino Unido.

Es previsible esta medida, teniendo en cuenta que el primer ministro Boris Johnson acaba de conseguir un triunfo importante en las elecciones del jueves pasado, y busca encaminar la salida de la Unión Europea hacia fines de enero de 2020. Se sabe, de todas formas, que el proceso llevará más de un año, aunque Johnson no parece preocupado por ello: deja de lado una gran cantidad de factores que impiden una salida “a sola firma”, como si se tratara del retiro de un director de una empresa.

La libra esterlina se ha mostrado muy volátil en los últimos días. Creció con fuerza, por encima de 1.3500 el triunfo de Johnson, que le dio alivio a los mercados ante la posibilidad de la instalación de un régimen populista como el que proponía su opositor, Jeremy Corbyn. Pero desde el viernes, tan solo un día después, comenzó un nuevo temor, y es al propio Johnson, por los motivos antes expuestos.

De este modo, la libra ya perdió 460 puntos, para volver a su punto de partida, anterior a las elecciones, y cotizando, en las primeras horas del jueves, a 1.3115. La inmovilidad del BoE mantendrá débil a la libra, sin que se produzcan movimientos importantes, sobre todo si, como se cree, la votación del Comité de Política Monetaria arroja un 7 a 2, es decir, 7 votos que buscarán mantener la tasa sin cambios, frente a 2 que pugnan por recortarla. Esta votación se viene repitiendo en las últimas reuniones.

El Gobernador del BoE, Mark Carney, se ha mostrado muy prudente ante las circunstancias reinantes, y sabe que no puede modificar sustancialmente el estado de cosas hasta que la cuestión del Brexit quede resuelta. Y, como quedó dicho, esto puede demorar años. Por ello, solo un rebrote inflacionario importante, o una recesión, podrían ser los motivos para que en los próximos tiempos la tasa de la entidad sea modificada.

El resto del mercado, ya en largas, y previsibles, vacaciones. El conflicto entre Estados Unidos y China no ofrece novedades, y tal vez sea mejor que así sea. El acuerdo “fase uno” parece entrar en efecto sin firma, y los mercados bursátiles de Nueva York se mueven poco y al alza. Sin embargo, hay algunas divergencias entre los indicadores de momento y las curvas de precios en los futuros del Dow Jones y el S&P 500, que podrían anticipar alguna corrección bajista.

En otro orden, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó por llevar a juicio político a Donald Trump. La medida deberá ser refrendada en el Senado, y se descuenta que no pasará de esa Cámara, por lo que el presidente será absuelto – con razón o no- por los senadores. La opinión pública podrá entonces optar por pensar en que los demócratas han perdido tiempo y recursos en un proceso sin sentido, o que el presidente ha sido cubierto por los legisladores, en medio de un año clave, en el que se juega su reelección.

El euro, descansando en 1.1125, al igual que el yen, en 109.55; el dólar australiano y el dólar canadiense apenas mueven sus precios, y el oro petrificado en 1475 dólares. No hay mucho para el análisis, aunque los datos del día, índice de la Fed de Filadelfia entre otros, invitarían en principio a pensar en algún movimiento adicional.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.