Nike sigue sin certificar su recuperación, aumenta ingresos, pero reduce beneficios

Nike superó las expectativas de ingresos en el segundo trimestre, pero el resultado general distó mucho de ser convincente en su recuperación. Los ingresos aumentaron un 1% interanual hasta los 12.400 millones de dólares, superando las expectativas de 12.200 millones de dólares, pero las ganancias cayeron, lo que ejerció presión sobre las acciones en las operaciones posteriores al cierre del mercado.
Norteamérica lideró la tendencia con un aumento del 9% en los ingresos interanuales, mientras que EMEA creció un 3%, ambos superando ampliamente las previsiones. El sector digital siguió bajo presión, con una caída del 14%, aunque esto representó una mejora con respecto a la caída del 21% del año pasado. La debilidad en la Gran China sigue siendo un lastre importante, con una caída interanual de las ventas del 17%, muy por debajo de las expectativas. Converse volvió a ser un punto débil, con una caída del 30% en los ingresos, lo que refuerza la preocupación de que se trate de una marca con dificultades para consolidarse.
Los márgenes reflejaron los desafíos de otro trimestre difícil. El margen bruto cayó al 40.6%, frente al 43.6% del año anterior, debido a mayores rebajas y a los continuos cambios en la combinación de canales. Los inventarios cayeron un 3.2%, lo que representa una ligera mejora respecto a las expectativas, un punto positivo mientras Nike trabaja para reestructurar el mercado y fortalecer las relaciones con sus socios minoristas.
El director ejecutivo Elliott Hill describió a Nike como en la mitad de su recuperación, enfatizando el progreso en las áreas priorizadas al inicio del cambio de estrategia. Este mensaje tranquilizará a algunos, pero los resultados también subrayan el trabajo que aún queda por hacer.
Nike está reconstruyendo sus relaciones con los mayoristas, limpiando el inventario y recuperando impulso en el sector del running, que sigue siendo un punto positivo, con nuevos productos a la cabeza. Sin embargo, la recuperación se está produciendo en zonas específicas, no de forma generalizada. China sigue siendo débil, la competencia se está intensificando y categorías clave como el baloncesto y la ropa deportiva, que representan gran parte del peso de la marca, aún no muestran una mejora consistente. Estos resultados indican un paso en la dirección correcta, pero no cumplen con las expectativas de los inversores.
Las acciones de Nike han caído un 13% este año y se encaminan hacia su cuarta caída anual consecutiva, lo que significa que la paciencia es escasa y la confianza está en su punto más bajo, especialmente para una marca construida sobre un rendimiento consistente. En definitiva, Nike avanza a paso rápido, no a toda velocidad.
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Equipo eToro
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