El impulso inversor se mantiene en los metales preciosos mientras los activos de riesgo se ven sometidos a la volatilidad

Un reciente episodio de volatilidad ha llevado al VIX a su nivel más alto desde mediados de mayo y ha hecho que los inversores se pregunten si habrá más. El irregular comienzo del trimestre incluye el cierre del gobierno, el drama de la guerra comercial y el inicio de la temporada de resultados. Además, sigue a un período relativamente tranquilo, ya que el S&P 500 cayó más del 1% solo una vez en el tercer trimestre.

Muchos inversores han estado esperando algún tipo de retroceso en el mercado y los últimos titulares sobre la guerra comercial parecen la excusa que justificó una caída. ¿Será este retroceso del 3% la mayor parte de lo que veremos -que básicamente equivalió a una caída de un día el viernes- u ocurrirá algo mayor? Si se produce una liquidación mayor, quizás del orden del 5%, podría ser una oportunidad para los inversores que esperan comprar en la caída. Para los inversores: El impulso se mantiene en metales preciosos como la plata y el oro, mientras que los activos de riesgo como las acciones y las criptomonedas siguen viéndose afectados por la volatilidad. Si bien hay momentos de euforia, la reciente caída ayudó a calmar un poco la situación. Si se presenta una caída mayor este mes, los inversores minoristas podrían considerarla una oportunidad, siempre que los factores técnicos y fundamentales, como los niveles de soporte clave, el sólido crecimiento de las ganancias y las tasas de interés más bajas, se mantengan intactos.

Dado que el cierre del gobierno limita la cantidad de datos económicos disponibles para los inversores, estos tendrán que confiar en los reportes trimestrales para impulsar la narrativa a corto plazo. En este punto, los reportes tienen el potencial de estabilizar el barco o de hacer olas en lo que respecta a la volatilidad reciente, y los alcistas esperan lo primero en lugar de lo segundo.

Los bancos han dado el puntapié inicial y, en general, los resultados han sido bastante sólidos. Esto da esperanza a la idea de que podríamos tener otra temporada de ganancias más fuerte de lo esperado, esta vez antes del crucial trimestre festivo. Aun así, los inversores quieren tener la seguridad de que los consumidores siguen siendo resilientes, una observación que ayudó a estabilizar los mercados en el segundo trimestre y acelerar la recuperación hacia nuevos máximos durante el verano.