Datos de empleo: Presión para la Fed y para el Departamento de Trabajo


Primer viernes del mes, con los datos de empleo por delante. Sería un mes más si no fuera que la medición de julio, conocida a principios de agosto, dejó como saldo una cifra menor a la esperada, y la salida abrupta de la cúpula de la Oficina de Estadísticas del Departamento de Trabajo, dispuesta por el presidente Trump.
Los motivos fueron, si se permite, poco elegantes. Al presidente no le agradó que la cifra fuera menor a la esperada, mostrando un deterioro del mercado laboral, aunque le sirvió como argumento principal para volver a presionar a la Fed con la tasa de interés.
La consecuencia directa fue que, en el Simposio de Jackson Hole, el titular de la Fed, Sr. Powell, dejó todo listo para un recorte de tipos de interés en septiembre, fundamentado en las débiles cifras de empleo que, en verdad, vienen cayendo desde 2023. Solo hay que mirar una gráfica mensual de estas cifras para comprobarlo.
Los pronósticos apuntan ahora a unas 75 mil nuevas nóminas generadas en agosto. ¿Se atreverá el Departamento de Trabajo a contradecir las órdenes del inasible jefe y publicar algo menor? Por las dudas, el pronóstico apenas supera la cifra de julio, y la tasa de desempleo podría crecer al 4.3%, dentro de los límites tolerables.
Este contexto es tomado en cuenta por los mercados. Si las cifras son manipuladas, se pierde confianza en los informes. Si la Fed pierde independencia, se pierde confianza en el banco central. En conjunto, todo esto debilita al dólar, lo cual queda reflejado, por ejemplo, en máximos históricos de los activos de refugio como el oro, y máximos de más de una década de la plata y el franco suizo.
Los movimientos del mercado de divisas previos a los informes parecen anticipar una recuperación del billete; por ende, un dato de empleos mejor de lo esperado.
El euro se acerca a 1.1700 sin muchos fundamentos, la libra esterlina roza 1.3500, y el yen vuelve a la zona de 148.00. El franco regresa a 0.8020, y la onza de oro retrocede de sus máximos históricos, esta vez en 3578 dólares. Los futuros del índice Dow Jones también ceden ligeramente en horario europeo, aunque mantienen un perfil muy alto en el corto plazo.
Esto puede ser el anticipo de un buen día para el dólar. El euro se prepara para regresar a 1.1630, salvo que pueda superar 1.1730, en cuyo caso ya comenzaría a buscar sus máximos anuales en 1.1830.
El yen también se prepara para caer. La superación de 148.60 generará un impulso alcista del par USD/JPY a 149.10, nivel que podría ponerle freno a una caída mayor. Esto, salvo que logre estabilizarse debajo de 147.60, algo poco viable.
La onza de oro, cumpliendo parcialmente con el triángulo de continuación de tendencia alcista en que se mueve, sigue apuntando a 3850 dólares, objetivo máximo de tal figura. Sin embargo, la falta de una corrección bajista de cierto tenor podría ser el disparador de una baja momentánea del metal este viernes, que tendrá un soporte importante en 3520 dólares.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Autor

Adrián Aquaro
Adrian Aquaro
Adrian Aquaro es analista de mercados financieros, especializado en el mercado de divisas, índices bursátiles y materias primas.