Comentarios sobre el plan quinquenal de China

El comunicado del cuarto pleno no deparó muchas sorpresas. En gran medida, señala una continuación de las recientes prioridades políticas (bajo el paraguas del «desarrollo de alta calidad»), insistiendo algo más en acelerar la autosuficiencia tecnológica y las competencias científicas.
En gran medida, esto se percibirá como una continuación del intento de mejorar y ampliar las capacidades de fabricación nacionales, tal y como se establece en el plan «Made in China 2025», aunque es poco probable que se renueve esta denominación, ya que ha irritado a los principales socios comerciales.
Recientemente, la política ha tratado de reforzar el consumo, pero es probable que la presión geopolítica obligue a mantener las prioridades sesgadas hacia el lado de la oferta de la economía, lo que dificultará la eliminación de las presiones deflacionistas, incluso si las autoridades se centran en sectores con problemas conocidos de exceso de capacidad, como la fabricación de automóviles, energía solar y baterías.
Aunque China se enfrenta a muchos retos estructurales en los próximos cinco años, nos tranquiliza el plan de «acelerar la transición ecológica».
La inversión en energías renovables se utiliza cada vez más como palanca de estabilización macroeconómica, lo que, según nuestras estimaciones, compensará en gran medida el lastre de la desinflamación de la burbuja inmobiliaria en 2023 y 2024. Dada la necesidad de hacer frente al exceso de capacidad, esperamos que se incremente la capacidad energética, las instalaciones de almacenamiento y la inversión para integrar las energías renovables en la red.
Autor

Equipo de analistas de Abrdn
Aberdeen Standard Investments
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