Preocupa el dato de los consumidores, pero los inversores confían en los beneficios corporativos

El crecimiento anualizado del PIB del primer trimestre se situó por debajo de las expectativas de los economistas, lo que supone un reto más en una jornada con muchos factores en juego. Esto se produce después de que las solicitudes semanales de subsidio por desempleo en EE.UU. alcanzaran su nivel más alto desde noviembre de 2021 y de que el índice del dólar estadounidense cayera esta mañana (jueves) a otro mínimo de varios años. Todo ello se produce un día antes del informe sobre el gasto en consumo personal (PCE), en medio de especulaciones sobre la próxima bajada de tipos de la Fed y su próximo presidente.

Se esperaban cifras irregulares en las importaciones y exportaciones, pero la mayor preocupación es el gasto de los consumidores, que se situó en solo el 0.5% en el primer trimestre, su nivel más bajo desde las distorsiones causadas por la COVID-19. Dado que el consumo personal representa más de dos tercios del PIB, los inversores no quieren que los consumidores pierdan más impulso.

A pesar de todo ello, las acciones siguen rondando máximos históricos, ya que la tecnología sigue liderando el repunte en Wall Street. Es importante recordar que los mercados miran hacia el futuro y, aunque el informe del PIB del primer trimestre ha sido decepcionante, la atención se centra en el segundo trimestre y en la próxima temporada de resultados.

Para los inversores: Los inversores quieren ver dos cosas en el segundo trimestre, un crecimiento de los beneficios mejor de lo esperado y un repunte del crecimiento anualizado del PIB hasta terreno positivo. Si se logra esto último, Estados Unidos evitará la definición técnica de recesión. Además, si la dirección presenta un buen panorama sobre el consumo y las tendencias empresariales actuales, esto debería dar más tranquilidad a los inversores.