Por qué el stewardship puede ser su mejor defensa

Un entorno macroeconómico más impredecible ha hecho que muchos inversores se pregunten cómo reforzar sus inversiones en renta variable core en busca de rentabilidades sostenibles a largo plazo. Aunque no hay respuestas fáciles, la calidad en la gestión de una empresa (“corporate stewardship”) puede ser un aspecto que merezca la pena explicar, según Yolanda Courtines.

Como co-gestora del Wellington Global Stewards Fund, un fondo de renta variable global activo que acaba de superar el umbral de los 1.000 millones de dólares en el vehículo UCITs, Yolanda aporta una perspectiva real gracias a su experiencia en el sector. El equipo Stewards de Wellington sigue un enfoque distintivo basado en la convicción de que una gestión empresarial ejemplar genera valor a largo plazo. “Creemos que la administración responsable (stewardship) es una fuente importante y a menudo olvidada de ventajas competitivas y, en última instancia, un motor de rentabilidad a largo plazo”, explica.

En su opinión, “las prácticas de stewardship de las empresas se ven a menudo como consideraciones accesorias o se persiguen como parte de un enfoque de sostenibilidad estrechamente definido, lo que a su vez puede conducir a sesgos de estilo inherentes o sensibilidad cíclica”. Por el contrario, ella y su equipo ven el stewardship como “una lente para medir el éxito de una empresa a la hora de incorporar a su negocio las prácticas de inversión adecuadas para generar rentabilidades sostenibles a largo plazo para los inversores. Invertimos en empresas que creemos que son verdaderos líderes en stewardship, independientemente de los sectores más o menos favorables, sobre la base de un análisis en profundidad y un compromiso activo”.

Las empresas que el equipo califica como líderes en gestión se caracterizan por cinco atributos:

• consideración de los intereses de todas las partes interesadas
• enfoque a largo plazo del modelo de negocio,
• un consejo de administración capacitado,
• un equipo directivo fuerte, y
• una buena asignación de capital.

“En esencia”, dice Yolanda, “buscamos activamente empresas que hayan construido una posición competitiva privilegiada y comprendan su responsabilidad a la hora de llevarla adelante. Al hacerlo, crean un círculo virtuoso, o un motor de impulso si se quiere decir de otro modo, tanto desde el punto de vista de la rentabilidad como de la sostenibilidad. Al ser buenos gestores) de ‘Personas, Planeta y Beneficios’, estas empresas pueden ganarse el apoyo de clientes, empleados y otras partes interesadas y mejorar la resistencia de sus negocios. En última instancia, permite a estas empresas tener un menor coste de capital a lo largo del tiempo. En conjunto, creemos que estos elementos pueden traducirse en una rentabilidad superior sobre el capital a largo plazo”.

Hasta la fecha, este enfoque ha ayudado al equipo a capear ciclos muy diferentes, pero como advierte Yolanda, “esto no significa que las empresas en las que invertimos sean inmunes a la volatilidad. Sin embargo, tienden a mostrar más resiliencia y adaptabilidad a condiciones macroeconómicas o de mercado difíciles, como el actual contexto de elevada inflación, presiones laborales y sobre la cadena de suministro, y preocupaciones medioambientales cada vez mayores”.

Desde la perspectiva de los clientes, Andrés Pedreño, Sales Manager de Iberia de Wellington Management, señala que “en este entorno, los clientes buscan nuevas formas de reforzar sus inversiones de renta variable. Como una gran gestora de activos con alcance global, nuestra capacidad para comprometernos con las empresas en sus prácticas de gestión es algo que ha sido bien acogido entre los clientes que buscan rentabilidades competitivas que puedan mantenerse a largo plazo”.