Las expectativas de cinco recortes adicionales de los tipos en los próximos 18 meses podrían ser excesivamente optimistas


Después del recorte de tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) de 25 puntos básicos (pb) el 17 del septiembre, los mercados están descontando cuatro bajadas hasta la reunión del 29 de julio de 2026, lo que situaría el tipo de los fondos federales entre el 3% y el 3.25%. Para Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, estas expectativas podrían resultar acertadas, pero cree que la conclusión clave que se desprende de los datos económicos y de las comunicaciones de la Fed de la semana pasada es que las perspectivas son muy inciertas y que cualquier previsión sobre los tipos a corto plazo “debe ser objeto de un alto grado de escepticismo”.
Analizadas las previsiones sobre la inflación y el mercado laboral en su conjunto, Temple considera que los inversores deberían confiar en que posiblemente se producirán dos recortes más de los tipos de interés a mediados de 2026. “Mi lógica es que la inflación inducida por los aranceles probablemente alcance su punto máximo en los próximos seis meses, lo que sugiere algunas sorpresas desagradables en materia de inflación. Sin embargo, para el segundo trimestre de 2026, la inflación debería empezar a remitir, ya que las cifras interanuales comenzarán a incluir los aranceles tanto del año actual como del anterior. En ese momento, la Fed podrá evaluar si los aranceles han provocado presiones sobre los precios más allá de los bienes. Suponiendo que no sea así, se justificará una flexibilización adicional, lo que abrirá la puerta a alcanzar un tipo neutral para los fondos federales. Entonces, el debate se centrará en el nivel del tipo neutral. Creo que hay argumentos creíbles para afirmar que, a corto plazo, el tipo neutral está por encima del 3%, quizá hasta el 3.5%. Si ese es el caso, las expectativas actuales del mercado de cuatro recortes adicionales hasta el FOMC de julio de 2026 y un recorte adicional hasta el FOMC de enero de 2027 parecen excesivas”, explica.
El estratega de Lazard destaca varios datos obtenidos de la reunión celebrada la semana pasada. En general, los resultados fueron “mejores de lo que temía” en términos de cohesión y de evitar la percepción de politización: el acuerdo en la votación de todos los miembros, excepto Stephen Miran, que abogó por una reducción de 50 pb, “fue alentador, ya que tal vez indique que los votantes reconocen la importancia de evitar cualquier percepción de influencia política en las decisiones sobre los tipos y la necesidad de actuar con cautela, dada la evidencia contradictoria de los datos económicos”; en esta ocasión no hubo declaraciones disidentes por separado de la decisión del Comité; y pareció haber señales de una mayor confianza en que el tipo neutral a largo plazo se sitúa alrededor del 3%.
Temple llama también la atención sobre el lenguaje utilizado por Jerome Powell en la rueda de prensa. En su opinión, la elección de palabras más importante fue su descripción de la decisión de política monetaria adoptada como un “recorte de gestión de riesgos”, destacando que el FOMC estaba contratando una “póliza de seguro” contra los crecientes riesgos a la baja. “Es importante destacar que Jerome Powell también moderó algunas expectativas de recortes agresivos de los tipos de interés sin perturbar los mercados”, añade.
En relación a las últimas referencias macroeconómicas de EE.UU., Temple apunta a las ventas minoristas, que se han mantenido más resistentes de lo esperado dado el debilitamiento del mercado laboral y la débil confianza de los consumidores. Prevé que su crecimiento afloje a finales de este año, a medida que los aranceles se hagan más evidentes en los precios y que el debilitamiento del mercado laboral comience a reducir los ingresos discrecionales.
China
Los datos económicos de China no alcanzaron las expectativas por segundo mes consecutivo, con resultados especialmente flojos en la inversión en activos fijos, que cayó al nivel más bajo desde mediados de 2020, y la inversión inmobiliaria. El estratega de Lazard espera que los indicadores económicos del gigante asiático sigan siendo débiles en el futuro inmediato, ya que la crisis inmobiliaria subyacente que frena la demanda de los consumidores sigue sin resolverse y la anticipación de las exportaciones ha quedado atrás. “Sin embargo, desde la perspectiva de los inversores, las malas noticias podrían ser buenas si los datos económicos negativos llevan al Gobierno central a anunciar un gran programa de estímulo fiscal”, afirma.
Japón
La inflación general de Japón subió un 2.7% interanual en agosto, frente al 3.1% de julio. Temple espera que siga desacelerándose a medida que se normalicen los aumentos de los precios de los alimentos. “La mayor anomalía durante meses ha sido el precio del arroz, que alcanzó su máximo en mayo de 2025 con un aumento interanual del 101.8%. En agosto, el precio del arroz subió ‘sólo’ un 69.8% interanual”, apunta. Por otro lado, el crecimiento de las ventas minoristas decepcionó, en parte por la desaparición de los beneficios de los programas de subvenciones al consumo, y la producción industrial no alcanzó las expectativas, debido en buena medida a la caída de la demanda exterior tras meses de anticipación para evitar los aranceles.
En este contexto, el Banco de Japón (BoJ) mantuvo los tipos constantes, pero sorprendió a los mercados al anunciar la venta de ETF y J-REIT. El estratega de Lazard considera probable que el BoJ continúe con un lento proceso de normalización de la política monetaria y destaca que su flexibilidad sigue estando algo limitada por la incertidumbre política que genera la elección de un nuevo líder en el Partido Liberal Democrático (PLD). Pero incluso sin esta situación, Temple cree que que el BoJ hace bien en evitar endurecer la política demasiado rápido después de un período tan prolongado sin inflación.
Reino Unido
En Reino Unido, la inflación se ajustó en gran medida a las expectativas manteniéndose en el 3.8% y las ventas minoristas fueron ligeramente superiores a lo esperado en agosto. Temple espera que su crecimiento siga siendo lento hasta que el Banco de Inglaterra (BoE) pueda flexibilizar su política de forma más agresiva para incentivar el consumo. Tras la reunión del pasado jueves en la que mantuvo los tipos de interés y su compromiso con una normalización gradual y cuidadosa de la política monetaria, el experto de Lazard cree que el BoE acabará recortando dos veces a mediados de 2026, a medida que se desacelere la inflación. “La inflación en el Reino Unido ha sido más persistente que en la mayoría de las demás economías desarrolladas. Espero que siga siendo así, pero también que las presiones sobre los precios se atenúen de cara a 2026. Tras una serie de sorpresas negativas en materia de inflación en los últimos meses, es probable que el informe de este mes haya tranquilizado al BoE, que tendrá flexibilidad para recortar los tipos en un futuro no muy lejano”, dice.
Próximas referencias
Esta semana, las expectativas generales apuntan a un ligero descenso de los PMI de manufactura y servicios en EE.UU., cambios mínimos en la zona euro y que se mantengan estables en Reino Unido. Por otro lado, es poco probable que la inflación del PCE de EE.UU. depare grandes sorpresas, dado que los componentes clave ya se han reflejado en gran medida en los informes del IPC y del índice de precios al productor.
Autor

Equipo de analistas Lazard
Lazard Frères Gestion
Bio