El Euro gana terreno en un contexto de renovada presión bajista sobre el billete verde

La cotización del euro frente al dólar estadounidense ha mostrado un comportamiento dinámico en el arranque de esta semana, con el par posicionándose con fuerza por encima de 1.1430 al inicio de la sesión europea. Esta apreciación del euro viene acompañada de una marcada debilidad del dólar, evidenciada por la caída del índice DXY a niveles inferiores a 98.70 registrando mínimos no vistos en los últimos tres años. Este debilitamiento del billete verde responde tanto a factores estructurales como coyunturales, entre ellos, una creciente incertidumbre en torno a la política comercial estadounidense y una Reserva Federal que enfrenta un dilema cada vez más agudo entre inflación y crecimiento.

La semana anterior, el par EUR/USD abrió en 1.1366 y cerró la sesión americana del viernes en 1.1348, lo que representa una ligera depreciación del -0.15%. Este retroceso técnico contrasta con la renovada fortaleza observada a comienzos de esta semana, lo que sugiere un posible giro de corto plazo que los operadores vigilarán de cerca, especialmente ante la inminente publicación de datos económicos de relevancia y la decisiones de política monetaria del BCE.

Los tribunales intensifican la incertidumbre comercial en Estados Unidos

La política comercial de Estados Unidos vuelve al centro del escenario tras un fallo del Tribunal de Comercio Internacional que declaró la ilegalidad de los aranceles recíprocos impuestos por el Presidente Trump bajo poderes de emergencia. El TCI argumenta que esta materia es competencia exclusiva del Congreso. Sin embargo, una corte de apelaciones federal restauró temporalmente dichas medidas, a la espera de la apelación del gobierno. Este episodio añade una nueva capa de incertidumbre a la, ya de por sí, volátil estrategia comercial del país. 

Paralelamente, las relaciones con China han vuelto a deteriorarse tras las acusaciones de Pekín sobre restricciones discriminatorias impuestas por Washington, incluyendo límites a la exportación de chips de IA y la revocación de visas a estudiantes chinos. Este recrudecimiento ha golpeado a los mercados de Asia-Pacífico, elevando los temores de una nueva escalada geopolítica que inevitablemente repercutirá sobre los flujos de capital entre ambas potencias.

Por otro lado, Rusia y Ucrania se reunirán este lunes en Estambul para su segunda ronda de conversaciones de paz desde 2022. Las negociaciones se celebran apenas un día después de que Ucrania ejecutara uno de sus ataques más significativos en territorio ruso, alcanzando decenas de bombarderos estratégicos ubicados en bases aéreas a gran distancia del frente. Este acontecimiento tensiona aún más el clima entre las partes y reduce las expectativas de avances tangible en el corto plazo.

Las elecciones presidenciales en Polonia culminaron con la victoria de Karol Nawrocki, un candidato ultraconservador alineado estrechamente con la retórica de Donald Trump. Esto representa otro vector de incertidumbre política para la Unión Europea, donde crecen las tensiones internas entre agendas progresistas y movimientos conservadores. La fragmentación política del bloque podría dificultar respuestas coordinada ante los múltiples desafíos externos, con implicaciones potenciales sobre la estabilidad del euro a medio plazo

Fed y BCE: Escenarios divergentes

En el ámbito monetario, los bancos centrales continúan enfrentando complejos dilemas. En EE.UU. las actas de la Reserva Federal retratan un entorno de estanflación: inflación persistente unida a un bajo crecimiento económico y riesgo de recesión al alza. La institución está profundamente dividida entre dos líneas de acción: mantener los tipos para contener la inflación, o bien, reducirlos con el objetivo de estimular el crecimiento y reducir el desempleo. 

El Banco Central Europeo goza de un entorno algo más benigno. La inflación se ha estabilizado por debajo del 2%, gracias en parte a la evolución moderada de los salarios, en torno al 2.2% frente al 4% anterior, lo que ha permitido continuar con un ciclo de relajación monetaria. En mayo, el BCE bajó los tipos en 25 puntos básicos, y se espera una nueva reducción similar en la decisión de esta semana, situando los tipos en el 2.25%. No obstante, el organismo ha dejado claro que no anticipa más recortes en lo que resta de 2025, condicionado a una evoluciona moderada del consumo y al mantenimiento de las previsiones de crecimiento económico.

Calendario semanal: Todas las miradas puestas en el BCE

Esta semana, los inversores estarán atentos a la decisión de tipos del BCE, el IPC de mayo y el PIB del primer trimestre de la Eurozona. En el otro lado del charco se publicará el informe de empleo de mayo, incluyendo la tasa de desempleo, la variación de las nóminas no agrícolas y los ingresos medios por hora. También se publicará el Libro Beige de la Fed, que proporcionará una visión cualitativa sobre la salud de la economía de los Estados Unidos.