El Dólar vuelve a dar pelea, pero podría ceder ante el Oro

Las publicaciones conocidas la semana pasada han generado movimientos poco entendibles en las monedas principales. Los datos de inflación de noviembre en Estados Unidos quedaron muy por debajo de lo esperado, apoyando un nuevo recorte de tipos de interés por parte de la Fed en enero, pese a lo cual el dólar volvió a crecer ante las monedas europeas y el Yen.
A la vez, el Banco Central Europeo dejó sin cambios la tasa de interés en medio de recortes de la Fed. Lo esperable era un crecimiento del Euro, que no se produjo, y sí, en cambio, volvió a 1.1700, unos 100 puntos debajo de sus máximos del mes.
Paradójicamente, el Banco de Inglaterra recortó la tasa al 3.75%, y la Libra esterlina se mantuvo sin cambios, y creció unos puntos al momento de los anuncios.
Por último, el Banco de Japón llevó su tasa al máximo de 30 años en el 0.75%, y el Yen cayó más de 200 puntos, y se acerca a sus mínimos anuales.
La semana que se inicia será más corta, por la celebración de Navidad. Tan solo el lunes y martes habrá actividad, y el miércoles será muy reducida, con la bolsa de Nueva York con horario especial.
Aun así, podemos esperar algunos movimientos interesantes. Se conocerá el PBI final del tercer trimestre el martes, y allí podría haber alguna sorpresa, con el Dólar que no se rinde pese a los recortes de la Fed.
En Japón, una batería de datos, más una presentación del gobernador del BoJ, Sr. Ueda, podría tener un peso decisivo en un Yen que no encuentra el camino de la recuperación. La impresión es que los mercados están apostando a una intervención de la entidad, en conjunto con el Ministerio de Finanzas. Por ahora, ello no se ve claro, y la moneda nipona sigue tocando mínimos, entre ellos mínimos históricos ante el Euro.
Distinto es lo que ocurre con algunas materias primas. Puntualmente, con los metales. El Oro estacionó a 5 dólares de sus máximos históricos la semana pasada, y por tercera vez, cuando algo similar pasa, su precio cae en forma vertical casi 100 dólares, como para no dejar dudas de que su precio no corre libremente por oferta y demanda.
Pero en algún momento los 4380 dólares del 20 de octubre serán vencidos, y cuando eso suceda es probable que veamos al Oro dispararse al menos a 4430 dólares. Si bien le espera un futuro alcista, el Oro pasó de 2500 a los actuales 4350 dólares en un año, y será difícil que algo así se repita en los próximos meses. Sobre todo cuando las hipótesis de conflictos bélicos están algo más lejanas, y se han detenido otros conflictos en marcha, como en Medio Oriente. Queda pendiente, si, la guerra en Europa del este.
La compra masiva de los bancos centrales tiene peso, claro, pero en definitiva en un pase de manos. Los bancos le compran a quien ya tiene el Oro, no se extrae para entregarlo a estas entidades. La impresión es que el mercado minorista está pesando en el precio, y es el que suele quedarse esperando que el precio vuelva a máximos una vez que cae. Ocurrió no hace mucho, cuando cayó 500 dólares en una semana, corrección suficiente para dejar fuera de acción a miles de inversores minoristas que compran Oro a cualquier precio “porque el Oro siempre va a crecer”.
El Platino se acerca a 2000 dólares, a 225 dólares de su máximo histórico, cuando la fiesta de liquidez de 2008 comenzaba a colapsar. La Plata, cuyo precio está más vinculado a la producción -también lo está, en parte, el platino- más que duplicó su valor en 2025, pasado de 28 a 65 dólares. Su rally es más sustentable, sin dudas, aunque comprar al precio actual no parece adecuado.
Este lunes, el calendario de informes será muy modesto. La expectativa por el llamado “rally de Navidad” en Wall Street, del cual este año se habló muy poco, está vigente. Y si hay que vigilar algunos activos, estos tienen nombre: los pares del Yen, y el Oro.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.



Autor

Adrián Aquaro
Adrian Aquaro
Adrian Aquaro es analista de mercados financieros, especializado en el mercado de divisas, índices bursátiles y materias primas.





