Aranceles en el limbo


La Corte de Apelaciones de EE.UU. acaba de recortar las alas arancelarias de Estados Unidos. El viernes, el Circuito Federal dictaminó que el presidente no puede usar los poderes de emergencia (IEEPA) para imponer aranceles, argumentando que la ley no le otorga esa autoridad. El tribunal permitió que los aranceles se mantuvieran vigentes hasta el 14 de octubre para que el gobierno pueda apelar ante la Corte Suprema. Es probable que el gobierno apele ante la Corte Suprema y solicite una suspensión, lo que mantendría los aranceles vigentes hasta que se resuelva el caso. Si se deniega la suspensión, se dejaría de cobrar los aranceles inmediatamente, lo que en la práctica representaría un estímulo fiscal.
Por qué es importante: Casi el 90% de los aranceles de Trump se promulgaron bajo la IEEPA, que abarca más de 300 000 millones de dólares en bienes. Si bien los aranceles sobre automóviles, acero, aluminio y cobre (bajo la Sección 232) no se han modificado, esta decisión afecta la esencia de la estrategia comercial de Trump.
Perspectiva del inversor:
- El verdadero problema no es si los aranceles se mantendrán a largo plazo: la Casa Blanca tiene un plan B para reimponerlos por otros medios.
- El dilema a corto plazo radica en si será necesario reembolsar los aranceles existentes. Si la Corte Suprema falla en contra de la administración, alrededor de 100 000 millones de dólares en reembolsos podrían volver a las empresas.
- Si a esto le sumamos los recortes de tipos de la Reserva Federal, los 150 000 millones de dólares en ayudas al consumidor y los nuevos incentivos fiscales para empresas, obtenemos una nueva dosis de estímulo fiscal que impacta la economía.
- Las empresas con mayor dependencia de China, Brasil, India, Suiza y Vietnam experimentarían el mayor repunte de alivio si se eliminan los aranceles.
- Los aranceles actualmente reducen el déficit estadounidense en aproximadamente 4 billones de dólares durante la próxima década, según la CBO. Si se eliminan los aranceles, el déficit aumentará, lo que podría impulsar el rendimiento de los bonos. Los bonos del Tesoro podrían sufrir una liquidación masiva debido a la preocupación por el déficit, incluso si las acciones suben gracias a la reducción arancelaria.
- Los inversores no deberían dar por sentado que la reducción arancelaria es permanente. Pero si se imponen los reembolsos, podría brindar a las empresas estadounidenses una ganancia inesperada justo cuando la política monetaria y fiscal ya se está relajando. Esta combinación impulsaría el crecimiento y podría mantener la actividad de los mercados.
Las bajas correlaciones impulsan el potencial de selección de acciones, pero hay que tener en cuenta el riesgo de reversión a la media
Con el S&P 500 cotizando en máximos históricos, las correlaciones acumuladas de 90 días entre sus componentes se mantienen cerca de mínimos históricos (véase más adelante). Para los inversores, esto suele crear un entorno donde los beneficios de la diversificación son mayores, ya que las acciones individuales tienen menos probabilidades de fluctuar en paralelo, lo que permite a las carteras distribuir el riesgo de forma más eficaz.
Para los gestores activos, este contexto es particularmente positivo. Cuando los fundamentos específicos de cada empresa impulsan la rentabilidad en lugar de los factores macroeconómicos, los gestores de acciones tienen mayor margen para generar alfa. Por el contrario, durante los regímenes de alta correlación, la selección de acciones tiende a ser menos importante, ya que "todo se mueve a la par".
Sin embargo, la historia sugiere que esta calma rara vez persiste. Las correlaciones revierten a la media, y los períodos prolongados de baja correlación, con la consiguiente mayor dispersión, a menudo han ido seguidos de picos bruscos, generalmente provocados por eventos de estrés como cambios en la política de la Reserva Federal, shocks geopolíticos o decepciones en los beneficios. El desafío radica en que las correlaciones no son estables: aumentan rápidamente durante las liquidaciones, lo que reduce los beneficios de la diversificación justo cuando los inversores más los necesitan.
La implicación para los inversores es doble. Hoy en día, las bajas correlaciones favorecen la diversificación y recompensan el posicionamiento selectivo. Sin embargo, de cara al futuro, la historia nos advierte contra la extrapolación de las condiciones actuales a mercados en tensión.
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Data as of September 1, 2025. Source: Bloomberg.
Cuando los Bonos Contraatacan: El Verdadero Control del Poder de Washington
El mercado de bonos es donde las decisiones económicas de Washington se ponen a prueba. Cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro suben, el efecto dominó impacta en pilares clave de la economía, como hipotecas, tarjetas de crédito y préstamos comerciales, que se encarecen, mientras que las valoraciones de las acciones, especialmente en sectores sensibles a los tipos de interés, se ven sometidas a presión. Para el inversor común, esto hace que los movimientos del mercado de bonos sean tan importantes como los beneficios de las acciones.
Los recientes titulares en torno a la destitución de la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, tratan en realidad de poner a prueba el poder presidencial sobre el banco central. Sin embargo, creemos que el mercado de bonos tiene la verdadera influencia. Si los inversores pierden la confianza en que la Reserva Federal defenderá la estabilidad de precios, o si los déficits fiscales se disparan a pesar de los aranceles, el mercado de bonos puede castigar a Washington con mayores rendimientos. Esta medida limita eficazmente a la Casa Blanca, ya que un endeudamiento más caro dificulta sostener la expansión fiscal, y los mayores rendimientos pueden descarrilar el crecimiento al endurecer las condiciones financieras.
Ya hemos visto un episodio similar de "fuerte presión" anteriormente. En 2020-2021, la divulgación de políticas restrictivas de los funcionarios de la Fed provocó la dimisión de varios gobernadores justo cuando aumentaban los riesgos de inflación. Esto contribuyó a que la Fed mantuviera una postura más flexible durante más tiempo, y la inflación se disparó a su nivel más alto en décadas. Los mercados obligaron entonces a la Fed a aplicar un ajuste agresivo. La lección es simple: las maniobras políticas pueden influir en la política monetaria a corto plazo, pero si los inversores en bonos se resisten, la política monetaria debe cambiar.
Las empresas de pequeña capitalización son especialmente sensibles a los tipos de interés
Las empresas de pequeña capitalización han recibido poca atención en los últimos años, pero podrían estar a punto de recuperarse, especialmente si aumentan las probabilidades de nuevos recortes de tipos. Mientras que el S&P 500 ha ganado un 60.2 % en los últimos tres años, el Russell 2000 se ha quedado atrás, con un aumento de tan solo el 25.2%. Desde su mínimo de abril, el índice ha mantenido una tendencia alcista estable sin grandes contratiempos y ahora se acerca a su máximo histórico. Este máximo histórico se sitúa en los 2.471 puntos y actualmente se encuentra a solo un 4-5% de distancia. Los niveles de soporte clave se encuentran en los 2326 y 2251 puntos, este último alineado con la media móvil de 50 días.
Es probable que persista la debilidad del mercado laboral estadounidense
Los mercados esperan firmemente un recorte de tipos de la Fed en septiembre, con una probabilidad estimada en torno al 86 %. Lo que sigue siendo incierto es el camino a seguir. Aún no está claro si el próximo recorte se producirá en octubre o en diciembre; es prácticamente una apuesta al aire. La principal razón de la esperada flexibilización es el debilitamiento del mercado laboral.
La próxima actualización de datos está prevista para el viernes a las 14:30 h. En agosto, se espera que solo se hayan creado 78.000 empleos. La debilidad ya persiste desde hace tiempo. En julio, se incumplieron las expectativas en 37.000 empleos, y las cifras de mayo y junio se revisaron a la baja en un total de 258.000. Se espera que la tasa de desempleo haya aumentado del 4.2% al 4.3%.
El PMI manufacturero del ISM (datos que se publicarán el martes) se ha mantenido por debajo de 50 desde marzo. Para agosto, se pronostica un aumento de 48.0 a 48.6. Cuanto más tiempo se mantenga el índice por debajo de 50 y más profunda sea su caída, mayor será el riesgo de recesión. Se espera que el PMI de servicios del ISM (datos que se publicarán el jueves) se mantenga por encima de 50, con un ligero aumento proyectado de 50.1 a 50,5.
Los inversores quieren saber si se trata simplemente de una debilidad temporal en los datos económicos o de algo más significativo. Cuanto mayor sea la desviación respecto a los valores esperados, más contundente podría ser la reacción del mercado. El informe del mercado laboral es solo una mirada retrospectiva, mientras que los datos del PMI sirven como importantes indicadores adelantados.
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Equipo eToro
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