Resultados de Nvidia: La más mínima decepción podría provocar una volatilidad desproporcionada en los mercados


Del mismo modo que Apple simbolizó la era del smartphone, hoy Nvidia define la era de la inteligencia artificial. El valor se ha convertido en el corazón del mercado, con un peso de alrededor del 8% en el S&P 500, la mayor ponderación de la historia para una sola compañía. Su capitalización bursátil ya supera al conjunto del FTSE 100 y del ASX200, e incluso es mayor que la de todo el mercado global de criptomonedas, lo que subraya el papel descomunal que desempeña en los mercados mundiales. Esa magnitud explica por qué sus fechas de resultados se están convirtiendo en citas tan relevantes para los inversores como los propios datos macroeconómicos o las decisiones de los bancos centrales. Independientemente de si uno posee acciones de Nvidia o no, sus resultados impactan de alguna manera en cualquier cartera.
Sus últimos resultados, en mayo, consolidaron su posición con un crecimiento sostenido, márgenes que serían la envidia de la mayoría de las empresas y una sólida caja que le otorga poder de fuego para seguir innovando. La demanda se mantiene fuerte y, aunque existen obstáculos como los aranceles de EE. UU., las tensiones con el Gobierno chino y una paralización temporal en la producción del chip H20, la confianza en la compañía persiste. Aunque esta pausa en el H20 generará incertidumbre a corto plazo, la demanda de los hyperscalers estadounidenses y la adopción de sus chips Blackwell probablemente compensen la debilidad en China.
Los márgenes de beneficio serán un punto de atención esta semana, tras haberse reducido ligeramente por la inversión en el despliegue de Blackwell. En el último trimestre, la fuerte inversión en la producción de chips de nueva generación recortó los márgenes brutos en algunos puntos porcentuales, pero con la creciente adopción, se espera que vuelvan a repuntar.
En el trimestre actual, las megacaps estadounidenses han acelerado su gasto de capital en IA tras otra ronda de sólidos resultados, y gran parte de esa inversión fluirá directamente hacia Nvidia. Esto es una señal positiva no solo para los resultados de esta semana, sino también para las perspectivas de la compañía en los próximos trimestres. Nvidia se encuentra en una posición altamente envidiable como fabricante de hardware de referencia, y es poco probable que eso cambie a corto plazo. Incluso cotizando con una valoración exigente, los inversores siguen dispuestos a pagar por la expectativa de que Nvidia continúe liderando el crecimiento de la IA. El mercado espera un BPA de 1,01 USD (48% interanual) sobre ingresos de 46.100 millones de USD (54% interanual).
Nvidia puede ser el corazón del mercado, pero eso implica también la expectativa de perfección, lo que significa que incluso la más mínima decepción podría provocar una volatilidad desproporcionada en los mercados en general, no solo en sus propias acciones. Sin embargo, es probable que los inversores vean cualquier debilidad como una oportunidad, dado que el auge de la IA parece estar apenas en sus primeras fases.
El verdadero examen está en controlar la narrativa
Nvidia presenta resultados el 27 de agosto en un contexto de expectativas muy elevadas y renovado impulso de mercado tras los comentarios moderados de la Fed. Aunque el consenso estima unos ingresos del segundo trimestre ligeramente por encima de 46.000 millones de dólares y un BPA de 1,01 dólares (alzas interanuales del 54% y 48%, respectivamente), datos recientes dentro del trimestre sugieren una facturación más cercana a 47.000–48.000 millones, con márgenes brutos por encima del 72%. Aun así, la verdadera prueba será la guía: si Nvidia puede sostener con credibilidad las expectativas del mercado de alcanzar 54.000 millones el próximo trimestre.
China sigue siendo un riesgo importante. Los informes de parones en la producción del chip H20, tras la resistencia de Pekín a las exportaciones autorizadas por EE. UU., complican el relato. Cualquier avance, o su ausencia, podría afectar el sentimiento. Al mismo tiempo, los envíos de GPU Blackwell se están acelerando más de lo previsto, apoyados en fuertes inversiones hyperscale y la adopción temprana por parte de empresas y gobiernos.
Esa base de demanda más amplia es crítica. La ventaja a largo plazo de Nvidia no depende solo de su liderazgo en la nube, sino de una integración completa en IA que abarque redes, software y empaquetado. La caída de costes de componentes y la mejora en los rendimientos respaldan la durabilidad de los márgenes, incluso mientras el capex escala.
Con Nvidia ahora como el mayor peso del S&P 500, sus resultados tienen implicaciones de mercado generalizadas. Los mercados de opciones descuentan un movimiento del 6% en cualquier dirección. Su valoración deja poco margen a la decepción. La gran cuestión es si Nvidia puede reafirmar su hoja de ruta, liderada por Blackwell y Rubin, como pieza central de la próxima fase de infraestructura de IA. Si lo consigue, el caso de inversión se mantiene intacto. Si no, el riesgo de concentración del mercado se hará evidente.
Autor

Equipo eToro
eToro
-