Nvidia sigue definiendo la era de la inteligencia artificial

Nvidia ha vuelto a presentar cifras espectaculares, pero este trimestre ha recordado que incluso el corazón del mercado puede dar un salto en falso. Los ingresos de 46.700 millones de dólares y un beneficio por acción (BPA) de 1,05 dólares superaron las expectativas, pero las previsiones no alcanzaron las elevadas esperanzas de algunos inversores, lo que provocó una caída de las acciones en el mercado fuera de horas. Los mercados se obsesionarán con los defectos, pero los inversores más astutos verán el ruido a corto plazo como una oportunidad a largo plazo.

China acaparó buena parte de la conversación, ya que la incertidumbre en la región sigue siendo un quebradero de cabeza para Jensen Huang y su equipo. Sin ventas de chips H20 registradas en el trimestre, Nvidia se enfrenta a un campo de batalla geopolítico cada vez más complejo que está limitando uno de sus mayores mercados. Esa debilidad quedó más que compensada por la creciente demanda de los hyperscalers estadounidenses, pero pone de relieve hasta qué punto Nvidia depende de un puñado de clientes.

Las ventas de centros de datos, por valor de 41.000 millones de dólares, subrayan su dominio en la infraestructura de IA, y los ingresos procedentes de la llamada IA soberana se duplicarán este año, abriendo nuevas vías de crecimiento más allá de los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. A esto se suma un programa de recompra de acciones de 60.000 millones de dólares y unos márgenes que se mantienen en torno al 70%, lo que deja claro que Nvidia cuenta con la potencia financiera para seguir liderando la carrera de la IA.

Cuando algo cercano a la perfección se interpreta como una debilidad, es cuando uno sabe que tiene entre manos una de las mejores empresas que jamás hayamos visto. Lo verdaderamente asombroso es cómo Nvidia sigue escalando a su tamaño actual. Con unas ventas anuales que ya rozan los 200.000 millones de dólares y que aún crecen más de un 50% interanual, queda demostrado que Nvidia sigue definiendo la era de la inteligencia artificial. Cada trimestre, Nvidia tiene que demostrar que sigue siendo el rey de la IA, y aunque este no haya sido impecable, ha mantenido su corona, y no tiene intención de soltarla en mucho tiempo.