Una semana tensa vivieron los mercados financieros. La caída de la bolsa de Nueva York, que por momentos pareció una toma de ganancias, saludable, después de varios días de máximos históricos para los papeles principales, se tornó en una corrección que recién el jueves dio algunas señales de agotamiento, aunque no está claro si la baja se detiene allí, o será el inicio de un ciclo bajista.
Muchos son quienes vinculan estos movimientos a la proximidad de las elecciones del 3 de noviembre, en las que el presidente Donald Trump enfrentará al opositor Joe Biden. Las encuestas se emparejaron en las últimas semanas, pero volvieron a ofrecerle alguna ventaja adicional a Biden durante esta misma semana, encendiendo algunas alertas en los mercados. Las ideas de Biden no causan tanto temor como las de algunos de sus acompañantes, como Bernie Sanders, cuyas palabras espantan a los inversores. Esto también ayudó a que la corrección, que por ahora es solo eso, se estire un poco más.
Respecto a las monedas líderes, el euro tuvo su buen momento el jueves, luego de la presentación de la titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, al cabo de la reunión de política monetaria de la entidad. La funcionaria no se mostró tan pesimista, defendió los planes de estímulo a la economía, que superan 1.3 billones de euros, y no se preocupó por la fortaleza del euro. Esto sí había sido materia de discusión días atrás, cuando la moneda única llegó a 1.2010, motivando la queja de algunos directores del BCE. El euro reaccionó al alza con las palabras de Lagarde, superando momentáneamente 1.1900, pero no logró estar allí más que unos minutos, y termina la semana con un buen perfil alcista, pero algo lejos de dicho máximo.
Pero si de divisas se habla, la nota destacada la ha dado, y probablemente la siga dando unos días más, la libra esterlina. El proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea, conocido como Brexit, se ha convertido en una tortura para la tradicional moneda, que no ha logrado recuperar su antiguo esplendor desde junio de 2016, cuando el referéndum de esa época dio lugar a este caótico proceso de salida.
Con un delicadísimo equilibrio había quedado la región luego que el gobierno de Boris Johnson estableciera una frontera en el Mar de Irlanda, para salvar la salida y salvaguardar el acuerdo de paz entre Irlanda del Norte, perteneciente a Reino Unido, y la República de Irlanda, entre las cuales no hay una frontera “dura”.
Si bien no se planteó cambiar este estado de cosas, Johnson quiere ahora romper los acuerdos con la UE, y esto pone en peligro el tratado de paz, una salida ordenada, y la estabilidad de la libra. Luego de rozar 1.3500 apenas dos semanas atrás, la libra cierra la semana envuelta en dudas, en mínimos de un mes y medio, y con una perspectiva bajista para los próximos tiempos. La estabilidad del euro y el yen le dan un perfil similar a la libra también ante estas monedas.
Las materias primas tampoco se lucieron. El oro se movió en un fino rango de precios, del cual logró salir el jueves con un alza muy moderada, pero lejos de buscar los 2000 dólares. El petróleo, en tanto, sufrió una severa caída, de la cual intenta recuperarse tímidamente en la sesión del viernes, por ahora sin mucho éxito.
Lo que viene es realmente importante. El miércoles, la Fed ofrecerá su sexto comunicado de política monetaria del año, dejando por supuesto sin cambios los tipos de interés. La atención estará puesta en el discurso posterior del presidente Jerome Powell, de quien se espera alguna definición clara de cara al futuro. Lo último que se conoció de Powell es la decisión de dejar correr la inflación por encima del 2%, objetivo algo audaz y poco posible de alcanzar en los próximos meses. El dólar estará en foco el miércoles, sin dudas.
El jueves, por su parte, el Banco de Inglaterra también dará a conocer su política monetaria. Como la Fed, mantendrá la tasa de interés sin cambios, en el 0.1%, con una inflación que por ahora no crece más allá del 1%, y seguirá con sus planes estímulo habituales. El Comité que comanda Andrew Bailey probablemente moverá a la libra, aunque en estos días, en razón de los acontecimientos que tienen lugar con el proceso del Brexit, estarán revisando a fondo su comunicado.
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