BCE extiende la recomendación de no pagar dividendos: Un quid pro quo que podría tener consecuencias adversas

El BCE ha decidido finalmente ampliar del 1 de octubre de este año hasta el 1 de enero de 2021 la recomendación formulada a los bancos de que se abstengan de pagar dividendos a sus accionistas. Conclusiones destacadas de Scope:
- La recomendación del BCE a los bancos de no pagar dividendos hasta el 2021 es positiva a corto plazo. La retención de los beneficios ayudará a absorber las futuras pérdidas de crédito y a reducir el riesgo de una intervención
- Una política de prohibiciones generalizadas extendidas durante demasiado tiempo corre el riesgo de aumentar el coste del capital de los bancos, especialmente los mejor capitalizados
- La nueva recomendación del BCE empuja a retrasar el pago de dividendos en efectivo al 1 de enero de 2021, aunque se permiten los scrip dividends
- También se espera que los bancos tomen sus propias acciones para mantener la economía a flote: ampliar los servicios de crédito y adoptar perfiles bajos en la distribución de efectivo (desde remuneraciones hasta dividendos)
- Este enfoque único sobre el pago de dividendos podría ser cuestionado a largo plazo, pues los bancos de la UE se enfrentan a diferentes condiciones de funcionamiento tras la pandemia
- Tendría sentido aplicar una estrategia de optimización del capital más eficiente para los bancos con grandes reservas y economías nacionales con mejor rendimiento
- En caso de recesión económica prolongada, la recomendación del BCE de no pagar dividendos temporalmente podría convertirse en un instrumento macroprudencial permanente
- Para los bancos europeos, un enfoque tan prolongado probablemente obstaculizaría su acceso a los mercados de capital
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Equipo de Analistas de Scope Ratings
Scope Ratings
El equipo de analistas de Scope Ratings ofrece, principalmente, análisis macroeconómicos sobre aspectos que pueden impactar los mercados.





