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Análisis

Crece la presión sobre Powell, Dólar inquieto

Durante la tarde del viernes trascendió que el presidente de la Fed, Jerome Powell, consideraría renunciar a su cargo, a falta de 10 meses de su finalización formal. La versión surgió de entidades crediticias vinculadas al estado , y se suma a la enorme presión que ejerce Donald Trump sobre el funcionario, prácticamente desde el inicio de su mandato.

Trump, que promovió a Powell a su cargo actual a inicios de su primer mandato presidencial, se enemistó en 2018, cuando lejos de mantener la tasa casi en cero, como la recibió de Janet Yellen, comenzó a aumentarla, mostrando una notable independencia respecto al poder político.

Durante el mandato de Biden, en el período posterior a la pandemia, la Fed, encabezada por Powell, se mantuvo en la cómoda posición de emitir dinero sin respaldo, para beneplácito del presidente que, sin dudar, lo promovió para un segundo mandato.

Apenas acordada su continuidad al frente de la Fed, Powell descubrió que la inflación, que ya superaba el 5.5% a fines de 2021, no era el “fenómeno transitorio” del cual hablaba hasta entonces. Inmediatamente cesaron las emisiones de dinero sin control, y la tasa aumentó hasta el 5.5%, que mantuvo hasta fines de 2024.

La asunción de Trump no hizo sino agravar el enfrentamiento, que llegó a su nivel más dramático a mediados de abril, cuando directamente habló de una destitución de Powell.

La reacción del mercado fue igual de dramática: el euro alcanzó un máximo de varios años, el oro un máximo histórico, y los futuros de los índices de Nueva York (el anuncio fue hecho en la sesión asiática del 23 de abril) se desplomaron en minutos.

Al descubrir el escándalo que había provocado, Trump se desdijo, pero no por mucho tiempo. En las últimas semanas volvió a atacar a Powell llamándolo burlonamente “Demasiado Tarde Powell”, y exigiendo una tasa al 1.5%, es decir, 3 puntos porcentuales menos que la tasa actual.

El elegido para reemplazar a Powell va tomando forma, y todo apunta a que será Scott Bessent, actual secretario del Tesoro. Si esto efectivamente sucede, la independencia de la Fed estará en peligro, principal pilar del dólar. Demás está decir que la tasa quedará en no más del 1% desde entonces, con el peligro de un rebrote inflacionario de alcance inimaginable.

En este particular contexto, con Trump en el centro de la política, economía y mercados globales, el Dólar sigue penando en todos los frentes.

Durante el fin de semana, el presidente anunció que dos de sus aliados principales, la Unión Europea y México, tributarán un 30% sobre sus exportaciones a Estados Unidos, una cifra que se suma al 25% que sufrirá Japón, y un 50% Brasil. Claro que el 1 de agosto, fecha que unilateralmente impuso Trump y que es el tercer plazo después de dos postergaciones, aun queda lejos. Realmente, llama la atención la paciencia que el mundo le tiene a Trump, sin generar acuerdos comerciales que excluyan a Estados Unidos.

La semana se inicia sin datos relevantes, pero tendrá en las cifras de inflación (minorista y mayorista) y de ventas minoristas, previstas entre el miércoles y jueves, sus principales focos de atención.

El Euro cerró la semana a 1.1691, con una ligera baja que, probablemente, se amplíe en las primeras horas del lunes. El anuncio de aranceles contra la UE podría provocar una caída importante de la moneda única, que tendrá soportes en 1.1660, 1.1630 y 1.1605 durante las próximas horas. Las resistencias a seguir serán 1.1730 y 1.17550.

La Libra esterlina cayó fuerte el viernes, cerrando la semana a 1.3491, después de un decepcionante PBI mensualizado de Reino Unido. El gráfico de 4 horas del par GBP/USD apunta a la baja, con siguientes soportes en 1.3450 y 1.3420 para la sesión del lunes; al alza, 1.3525 y 1.3560 serán los niveles a considerar.

El Yen volvió a caer el viernes y cerró a 147.40, con el gráfico de 4 horas en clara tendencia alcista. Las próximas resistencias son 147.60 y 148.00, máximo de junio, con soportes en 147.20 y 146.75. El fuerte aumento de los rendimientos de los Bonos del Tesoro, junto con una recuperación del petróleo están impactando fuerte en la moneda nipona.

La onza de Oro cerró el viernes a 3356 dólares, con una clara tendencia alcista del gráfico de 4 horas, con siguientes resistencias en 3367, 3371 (61.8% de retroceso de su baja anterior) y 3387 dólares. Los soportes, en cambio, se encuentran en 3339 y 3323 dólares.

 

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