Los anuncios de la Fed dejaron en claro que la posición cómoda del banco central, que coloca 120 mil millones de dólares por mes, no va a cambiar durante un buen tiempo.
La baja del dólar, previsible ante estas palabras, se revierte parcialmente sobre el cierre de la sesión del viernes, con una corrección de todos los movimientos de la semana, y sobre todo con una toma de beneficios en Wall Street, típicas de los fines de mes.
¿Puede esto ser el inicio de un cambio de ciclo? No parece. El mensaje de la Fed fue contundente, y pocas dudas quedan respecto hasta que bien entrado el segundo semestre, la colocación de fondos a través de la compra de bonos no se detendrá.
No se han producido cambios relevantes en materia de precios, salvo las ganancias muy importantes del petróleo, que llegó a máximos mensuales, y quedó cerca de los máximos del año, llevando consigo al dólar canadiense a máximos de varios años.
La baja del yen también se puede destacar en este contexto, aunque en su caso, los movimientos suelen ser más conservadores que los del resto de las monedas líderes. Sí, en cambio, el euro parece dar algunas señales de agotamiento en su alza, aunque está lejos de cambiar de tendencia. La superación, una vez más, de 1.2100, podría darle un fuerte impulso a la moneda única, que intentará buscar por lo menos 1.2200 antes de cambiar de dirección en forma más sustentable.
La libra esterlina, que estuvo a punto de superar 1.4000, volvió sobre sus pasos, y termina más cerca de 1.3800, apuntando a la baja para el inicio de mayo.
Precisamente, el nuevo más trae consigo los datos de manufacturas y servicios a través de ISM, y confirmará que la primera economía del mundo está en la buena senda. El PBI del primer trimestre redondeó una serie de informes muy positivos, y algo similar se espera para el dato de empleos del próximo viernes. Las peticiones semanales de subsidio por desempleo ya se ubican en sus niveles más bajos desde el inicio de la pandemia, y se espera nuevamente un recorte de la tasa de desempleo en abril.
Todo esto puede ayudar a mantener a la bolsa de Nueva York en altos niveles, aunque algo lejos de sus máximos históricos.
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