Brexit: Ya no será lo que podía ser; la libra puede festejar

El fantasma tan temido del Brexit fue postergado. Ese podría ser el título de la semana que se va, en la que la cuestión de la salida de Reino Unido de la Unión Europea acaparó la atención de todos. Un sinfín de votaciones, idas y vueltas, pedidos de renuncia y la nada misma fue la síntesis de una batalla que amagaba ser épica y terminó siendo una pelea barrial entre dos bandos, cada uno más incapaz de ofrecer soluciones que el otro.

Así lo percibió la libra esterlina, que volvió a rozar 1.3000 antes de rebotar, línea de tendencia alcista mediante, previo a quebrar ese nivel clave. Y la impresión que queda cuando va terminando la sesión del viernes es que lejos de caer, la libra tiene bastante para festejar, y que ese festejo tendrá su correlato la semana próxima.

Es prematuro afirmas, teniendo en cuenta lo imprevisible de la política británica, dueña y señora de la libra en estos tiempos, hasta donde puede extenderse la recuperación de esta. Pero no extrañaría que supere 1.3300 con facilidad, y que busque 1.3500 en un plazo relativamente corto.

El euro siguió quirúrgicamente los pasos de la libra. Cayó y creció a su ritmo, aunque con menor intensidad, claro. Al margen de los paralelos entre ambas monedas, a la divisa única le afectó mucho una serie de datos que desnudaron la debilidad de la economía de la Eurozona, comenzando por Alemania. Eso sí: el euro aparece menos vulnerable que días atrás, y no será sencillo que quiebre 1.1175, el mínimo anual y retroceso del 61.8% de 1.0340/1.2555.

El yen y el oro amenazaban con explotar, y finalmente terminan la semana con signos de agotamiento en el primer caso, y de severa caída en el segundo. La moneda nipona, siempre lista para reaccionar ante situaciones de crisis, llegó a 109.70 pero desde allí inició una lenta baja, que lo vuelve a situar cerca de 111.00 en estas horas; la onza, en cambio, apenas si pudo superar 1310 dólares, y cayó pesadamente entre jueves y viernes, en una baja de la que le costará recuperarse. El alza del dólar, y el cambio de ánimo de los mercados que habían afectado a los Bonos del Tesoro fueron determinantes para el metal precioso.

La semana entrante nos espera con una gran cantidad de informes, algunos de ellos rezagados: ventas minoristas, bienes durables, pero también cifras que siempre son esperadas, como la encuesta de empleos privados, y el dato de empleos de marzo. Respecto a este último, los operadores esperan ansiosos ver si los 20 mil nuevos puestos de trabajo de febrero serán revisados al alza, o si se trató de un muy mal mes.

El dólar no tendrá días fáciles. A las recuperaciones del euro y de la libra Esterlina que esperamos, se le puede sumar el yen, y las monedas vinculadas al petróleo, que en una reacción postrera llegó a un nuevo máximo anual el viernes sobre el cierre, en 60.75 dólares por barril WTI.

El dólar canadiense, el peso mexicano, el peso colombiano y el real podrían de este modo revertir, aunque sea en parte, la crisis que sufrieron en los últimos días, producto del alza del dólar en los países emergentes.

Será una semana interesante e intensa. Con muchos datos, con confirmaciones de tendencia en algunos casos, y con un dólar que si bien terminó ganando marzo, no parece tener la misma suerte en el inicio del segundo trimestre.