fxs_header_sponsor_anchor

Análisis

¿Nuevo súper ciclo de las materias primas?

En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, políticas monetarias inciertas y un ciclo económico en transición, veo que las materias primas han vuelto a ocupar un rol central en las estrategias de inversión.

Algunos analistas hablan de un nuevo súper ciclo de materias primas, si bien yo prefiero ser prudente. Hemos visto impulsos cíclicos y geopolíticos que han elevado los precios de algunos activos, pero la dinámica actual está mucho más determinada por la oferta y la demanda, los flujos especulativos y factores técnicos. En ese sentido, no creo que estemos frente a un súper ciclo generalizado, sino ante movimientos sectoriales puntuales, impulsados por factores muy específicos.

El oro ha encontrado un punto de equilibrio en torno a los 3.350 dólares/onza, tras alcanzar máximos históricos. Aunque su papel como activo refugio ha perdido algo de fuerza por una menor percepción de riesgo, sigo viendo varios catalizadores que podrían llevarlo a niveles cercanos a los 3.500 dólares/onza antes de fin de año. Entre ellos, destaco posibles recortes de tipos por parte de la Reserva Federal, probablemente a partir de septiembre, la incertidumbre fiscal en EE.UU. relacionada con el debate del “Big Beautiful Bill”, las compras continuas de bancos centrales (que estimo en unas 1.000 toneladas anuales), y una mayor tolerancia al coste de oportunidad de mantener oro sin rendimiento frente al creciente riesgo soberano.

A diferencia del oro, tanto la plata como el platino han subido con fuerza, aunque impulsados más por flujos de inversión que por fundamentales sólidos. En el caso de la plata, el reciente auge viene del crecimiento del sector solar, pero hay regulaciones en China que podrían frenar ese impulso. En cuanto al platino, el entusiasmo está alimentado por un cambio en las preferencias del consumidor chino, aunque considero que los precios podrían estar ya sobreextendidos.

Petróleo y metales industriales

El petróleo ha estado en el centro de una gran volatilidad, con los conflictos en Medio Oriente y Ucrania impulsando breves alzas en los precios, especialmente tras los ataques israelíes a instalaciones iraníes y la participación directa de EE.UU. Sin embargo, la reacción contenida de Irán y la ausencia de daños a la infraestructura energética han disminuido ese “premium” geopolítico. Para la segunda mitad de 2025, anticipo un escenario bajista, con una oferta global en expansión: la producción no-OPEP sigue creciendo, con proyectos en Brasil, Guyana, Angola, EE.UU. y Noruega, y OPEP+ podría revertir parte de sus recortes, sumando 0.5 millones de barriles diarios en septiembre. Además, la demanda este año será más débil de lo habitual, lo que generará una sobreoferta una vez pasado el verano. Aunque la OPEP aún tiene cierta influencia, su capacidad de control se está erosionando por la menor disciplina interna y el creciente peso de los productores externos. Por otro lado, China sigue siendo un actor central como gran comprador y acumulador. Su estrategia de almacenamiento puede alterar el equilibrio en el corto plazo, pero no representa un riesgo estructural. A medio plazo, un potencial estímulo económico podría reactivar la demanda real y presionar los precios al alza.

Los metales industriales han mostrado resiliencia gracias a la debilidad del dólar y a las expectativas de aranceles en EE.UU., especialmente sobre el cobre. No obstante, una vez implementadas estas medidas, espero una corrección en la segunda mitad de 2025, ya que la demanda adelantada se normalizará y la producción industrial se desacelerará. El verdadero rebote lo proyectamos para 2026, cuando los estímulos en China se materialicen y la escasa disponibilidad de inventarios globales vuelva a ocupar un lugar central.

En el frente agrícola, el primer semestre fue relativamente tranquilo, pero veo un segundo semestre con oportunidades interesantes y riesgos significativos. Las cosechas récord de maíz en EE.UU. y Argentina, junto con posibles realineamientos comerciales con China, serán factores clave. Hacia finales de 2025, el foco se trasladará al clima en Sudamérica y a decisiones regulatorias como las nuevas obligaciones de mezcla de biodiésel bajo la normativa de la EPA (Agencia de Protección Ambiental) en EE.UU.

La información contenida en estas páginas contiene previsiones que conllevan riesgos e incertidumbres. Los mercados e instrumentos descritos en esta página tienen una finalidad meramente informativa y no deben interpretarse en modo alguno como una recomendación de compra o venta de dichos activos. Usted debe hacer su propia investigación a fondo antes de tomar cualquier decisión de inversión. FXStreet no garantiza en modo alguno que esta información esté libre de errores, equivocaciones o inexactitudes significativas. Tampoco garantiza que esta información sea oportuna. Invertir en Mercados Abiertos implica un gran riesgo, incluyendo la pérdida de toda o parte de su inversión, así como angustia emocional. Todos los riesgos, pérdidas y costes asociados a la inversión, incluida la pérdida total del capital, son de su responsabilidad. Las opiniones y puntos de vista expresados en este artículo son los de los autores y no reflejan necesariamente la política o posición oficial de FXStreet ni de sus anunciantes.


Contenido relacionado

Cargando



Copyright © 2025 FOREXSTREET S.L., Todos los derechos reservados.